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martes, 28 de febrero de 2012

Urdangarin : El tonto necesario.

     La Ley de Enjuiciamiento Criminal, establece como sujetos de los hechos punibles lo siguiente: Autor material, coautor, cómplice y cooperador necesario. Siendo éstas las principales figuras activas en la comisión de un delito.
     En el caso de Iñaki Urdangarín, la figura aplicable sería la de cooperador necesario, pues sin esta figura, Diego Torres no habría podido llevar a cabo sus planes.
     Lógicamente, en la promoción universitaria del Sr. Urdangarín, estoy convencido de que habría alumnos mucho más inteligentes, aventajados y con mejores notas que éste. Pero claro, carecían de la parte más fundamental; ser el yerno del Rey.
     Y no es que el Sr. Urdangarín sea un gran estratega comercial, ni que tenga conocimientos superiores de marketing empresarial ni económicos, o sea (versados en las ciencias empresariales) ni mucho menos. Lo único que tiene el Sr. Urdangarín al margen de que haya podido jugar bien al balonmano, es ni más ni menos, ser el yerno del Rey. Porque de no ser por este pequeño detalle, lo más seguro es que el Sr. Urdangarín hubiera pasado al Olimpo de los olvidados, como muchos de nosotros y muchos otros deportistas de otras disciplinas. Como el tenis, por citar un ejemplo, dónde para intentar seguir sin dar un palo al agua, escriben una biografía, montan un pollo familiar, y así nos venden una novelita que ni aún así interesa a nadie.
     Pero resulta que el Sr. Urdangarín es el yerno del Rey, y eso es lo que le supone ocupar un puesto honorífico en Telefónica, y su profesor ve en él una oportunidad grande de hacer negocio. Porque a la hora de montar una consultoría eso es fácil, lo difícil es vender el producto, que te lo compren a precios desorbitados, y encima, no dar nada a cambio. Todo son beneficios.
     Por otro lado, el Yerno del Rey no necesita tanto dinero, pero con tal de figurar y de demostrar que no vive del cuento, se decide a poner su figura en el Instituto Noos. Y aquí tenemos al sujeto punible, “Cooperador Necesario”.
     Pero… ¿Realmente se puede decir que el Sr. Urdangarín es un cooperador necesario? o más bien debiéramos decir que es el “Tonto necesario”.
     Difícil papeleta se le plantea a su señoría, al tener que juzgar ahora a un sujeto punible, que se debe de estar preguntando: “¿`Eto qué lo que é´? ¿Qué ha pasado?” Porque no me veo yo al Sr. Urdangarín como cerebro de una trama económica de tal magnitud, cuando su mayor cualidad empresarial es ser miembro de la Casa Real.
     Bien que le ha venido a la prensa y a los lobos de la república, que ven en ello una oportunidad más para atacar a la casa Real. Y encima en un momento crítico, donde la izquierda, primero crea un caos económico y segundo pretende colárselo a los de la derecha. Y nosotros, al igual que el Sr. Urdangarín, caemos como tontos necesarios para seguir en este sucio juego.
     Yo no digo que el Sr. Urdangarín sea inocente ni culpable (eso lo decidirá la justicia), simplemente que es Tonto. Buen deportista, buen padre, buen esposo; pero tonto.
     Seguro que se casaron por amor, al menos por parte de la infanta, porque una cosa así sólo la aguanta una mujer enamorada de su marido. Su marido, simplemente se ha dejado vencer por algo que se llama vanidad. Se creyó que su cargo en la Telefónica se lo habían dado por las buenas notas que había sacado cuando hizo el master, al igual que su colaboración en el instituto Noos.
     Por otro lado, la Casa Real invierte millones en la seguridad de la mísma. Mal pagados han de estar los asesores reales, para no aconsejar bien a sus miembros sobre los negocios en los que se meten.
     En un país donde no se respeta a la Casa Real, donde el sentimiento patriótico aflora con el canto de “Yo soy Español”, cuando la selección española (mal llamada “La Roja”), gana el Mundial o la Eurocopa. Donde muchos se pitorrean de nuestro Himno Nacional, incluso de nuestra bandera. Donde los políticos y empresarios se visten de Luís Candelas para robar a espuertas al pueblo. Este tipo de juicios mediáticos, sirven muy bien para desviar la atención a los verdaderos ladrones y saqueadores.
     Pero como ya estamos acostumbrados y somos tan proclives a que nos la metan doblada, y  cada vez vemos más mermados nuestros empobrecidos salarios, también somos los “tontos necesarios”, al igual que el Sr. Urdangarín. La diferencia, es que él no tiene problemas económicos para llegar a fin de mes, ni tenía la necesidad de cometer los hechos que se le imputan, ya sea como cooperador necesario o como “tonto necesario”.
© Joan Tudela 2012.

lunes, 13 de febrero de 2012

Cristos, brujas y videntes. Estafadores de profesión.


Hace unos años, atendí en mi despacho a una señora que quería contratar mis servicios como detective privado porque tenía la sospecha de que su marido le era infiel. Tras la acostumbrada pregunta: ¿Cuáles son los motivos que le hacen pensar esto? La señora me respondió ─ He ido a una vidente que me ha echado las cartas y me ha dicho que tiene una amante. 
Todos mis esfuerzos por intentar sacar a esta señora de la terrible encrucijada en la que la supuesta vidente le estaba metiendo fueron infructuosos. Como la falsa vidente era incapaz de indicar dónde y quién era la causante de tal infidelidad, la señora contrató mis servicios.
Tras una semana de vigilancia, el presunto marido infiel no dio prueba evidente de tal infidelidad. Es más. Una mañana mientras almorzaba con sus compañeros de trabajo, escuché de sus propias palabras que el presunto infiel adoraba a su esposa y le profesaba un gran amor, según le contó a sus amigos.
Todos mis intentos fueron vanos, y por culpa de este mal uso de las artes de la cartomancia el matrimonio entró en una letal crisis.
El tarot, no es un arte de adivinación como muchos pueden creer. Los primeros indicios que se tienen son en Egipto, cuando se estaba construyendo la gran pirámide de Keops. En aquella época los egipcios estaban bastante adelantados en lo que hoy podríamos denominar Psicología, y no olvidemos que la escritura egipcia es por medio de jeroglíficos. Por lo tanto, los veintidós arcanos mayores, no son ni más ni menos que una forma de psicoanálisis que los egipcios utilizaban para psicoanalizar a sus pacientes. Fue en la corte del Rey Alfonso X (sobre el año 1.250), cuando un espabilado le añade el resto de la baraja y le da un cierto toque esotérico, afirmando que podía predecir el futuro.
A partir de aquí, la necedad del ser humano por dejarse embaucar y engañar hizo el resto. Y aquella herramienta egipcia, que hoy en día los psicólogos actuales han sustituído por los sofisticados test, se convirtió en uno de los instrumentos de engaño que utilizan los embaucadores de lo paranormal. Y para hacerlo más real, surgen nuevos estilos, tales como el Tarot de Marsella, el de las Estrellas, etc.
Sin embargo, la verdadera historia del tarot es apasionante. Pero insisto, sólo como estudio científico, para nada esotérico. Y aprovecho para decir que la verdadera magia, el verdadero poder, es aquel que todos llevamos en nuestro interior y que sólo con un pensamiento positivo podemos sacarlo a flote, sin necesidad de tener que recurrir a ningún embaucador de lo paranormal.
Muchas son las estafas que por medio de estos falsos videntes, se están llevando día a día. Curanderos que dicen curar el sida y el cáncer, poniendo en grave peligro a sus pacientes.
En fin, la gran lacra de la humanidad. Aprovecharse de la credulidad, la inocencia, la debilidad y la necesidad del ser humano en creer en algo.
No hay mejor medicina que la de mirar en tu propio interior, ser honesto contigo mismo y tal vez descubras ese inmenso poder que hay dentro de cada uno de nosotros, y que algunos le llaman Dios y yo prefiero llamarle “Aquel que trabaja en silencio”.
Amparados en los tiempos que corren, las dificultades y la impotencia de muchos por salir del agujero, montones de iluminados salen a la palestra con sus líneas de teléfono, donde te prometen solución a todos tus problemas.
De momento, lo único cierto es que tu factura de teléfono vendrá muy elevada, y eso si se para aquí la cosa y no te hacen pasar por su consulta, donde si pueden, te sacarán hasta la sangre.
Pero esto llega ya a rizar el rizo. Falsos Cristos como José Luís de Jesús de Miranda, que en 1.988 se proclamó como la reencarnación del Apóstol San Pablo, en el 2004 dijo ser el Propio Cristo y desde el 2007 se autoproclama el Anticristo. 
Lo peor de todo esto es que encima tiene miles de seguidores, que hasta se tatúan la marca 666. Otros, como el Inri Cristo de Brasil, que también habría que echarle de comer aparte, obtiene pingües beneficios por los generosos donativos de sus adeptos.
Ni Rusia se libra de esta crisis esotérica y celestial. Visarón, desde la Siberia, afirma ser el Cristo de la segunda venida. Y si me pusiera a enumerarlos a todos, la lista sería casi interminable.
Pero el que más me preocupa de todos estos falsos embaucadores, es uno que surge ya en el año 1977, incluso tiene a su propio Juan El Bautista que le viene anunciando. Su nombre: Maitreya.
Este va mucho más allá en su voracidad embaucadora. Pues no sólo afirma ser el Cristo, sino el Siddhartha Gautama, el redentor del Islam y el esperado de la religión Hindú. Va mucho más allá, y encima de la mano de un tal Benjamín Creme, que le viene anunciando y dando la notoriedad teosófica que se merece. Y se autodenomina el Instructor del mundo.
Aquí, y ojala me equivoque, veo más la mano negra que mueve los hilos encaminada a la creación de un nuevo orden mundial, que durante tres años nos daría gran estabilidad y que luego nos sumergiría en la más absoluta oscuridad.
Habrá que estar atentos a estos falsos Mesías y embaucadores, porque somos muy proclives a que nos la metan doblada.

24:3 Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?
24:4 Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. 
24:5 Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. (Mateo 24:3-5).
(C) Joan Tudela 2012

sábado, 4 de febrero de 2012

CRISIS

A pesar de que recibo en mi correo más insultos que spam (señal de que hace pupa lo que digo), algunos de ellos he de reconocer que son bastante originales. Hacen que me anime mucho más a escribir y denunciar la caótica situación que estamos viviendo.
No me cansaré de insistir en que esta crisis a nivel mundial está provocada. Para unos, diré que por el anticristo, que según los agoreros ya lleva tiempo campando a sus anchas. He de reconocer que con una simple mirada a las noticias, tendría que darles la razón. Para otros, la supuesta secta de los Illuminati, que llevan siglos conspirando para establecer su nuevo orden mundial, y para otros, la mano negra del Club Bielderberg.
Lo que si es cierto, es que esta crisis mundial está provocada por las grandes fortunas, que ante la creciente explosión demográfica (ya somos siete mil millones de habitantes), pueden ver reducida su hacienda, al temer un reparto más equitativo de la riqueza, que sería lo justo y razonable.
Las grandes firmas americanas centran su producción en China, donde la explotación de la mano de obra abarata los costes de manufacturación. Mientras tanto, el pueblo chino sufre las atrocidades de una dictadura socialista, el gobierno vive en la más absoluta opulencia y se les denomina de forma demagógica países emergentes, y esto me preocupa. Porque si el pueblo más oprimido del mundo que es el islámico se ha levantado contra la tiranía, no descarto que el pueblo chino se levante contra su dictadura socialista. O que los llorones “a la fuerza” de Corea, dejen de llorar y opten por derrocar al heredero del dictador fallecido.
Indiscutiblemente y de forma irremediable vamos a un caos total, porque hasta ahora ningún gobierno ha adoptado medidas que puedan solucionar esta terrible crisis. Ya que estas, sólo van encaminadas a proteger el dinero de los poderes financieros y las arcas gubernamentales, mientras la pobreza (no sólo en España) si no a nivel mundial, está alcanzado cotas que hasta ahora nunca se habían alcanzado.
La solución es muy fácil, lo único que ocurre es que nadie se atreve a desarrollarla por la sencilla razón de que nadie quiere terminar con un tiro en la cabeza como JFK, cuando se opuso al nuevo orden mundial entre otras cosas.
La inflación  tan temida por los gobiernos no es mala, si no todo lo contrario. Es la señal de que el dinero se mueve y se aumenta el poder adquisitivo del pueblo, pero al aumentar este poder se disminuye el de los que más tienen. Como ejemplo para poderlo entender mejor, es como el juego del Monopoly. Si el que tiene el dinero lo retiene, los demás no pueden jugar, y cuando un jugador se hace con todo el dinero, la partida se termina.
Esa es la cuestión, que por lógica viene agravada por los depredadores que de forma avariciosa engañan, estafan, prevarican y hacen mal uso del poder que el propio pueblo les otorgó.
Y mientras ellos viven, creyéndose a salvo con su despensa bien repleta, el resto de los seres humanos camina por senderos de desolación y pobreza.
Llegado a este punto, mucha gente vive con la esperanza de que esto vuelva a florecer, de que la crisis se acabe y que las vacas gordas regresen nuevamente. Pero desgraciadamente no es así. Si en un país tan pequeño como España de cuarenta y seis millones de seres humanos, once millones de personas viven bajo el umbral de la pobreza y más de la mitad están en riesgo de entrar en esta escalofriante cifra, quiere decir que sólo en España viven de forma acomodada unos 6 millones de personas. El resto, subsiste de forma penosa.
Si transpolamos estos datos a nivel mundial, la cifra es escandalosamente aterradora. De siete mil millones de seres humanos, sólo tres mil millones viven de forma acomodada, y de esos, poco más de diez millones lo hacen de forma opulenta.
Por lo tanto, estas grandes fortunas saben que en todo el mundo sobran cuatro mil millones de seres humanos, y cuya única solución es convertirlos en semiesclavos. Trabajadores por miserables salarios para su vegetativo sustento y dejar que otros mueran víctimas de la pobreza y la hambruna. Esta es la triste realidad de la crisis, por la cual irremediablemente vamos a un caos de la civilización humana, donde la depravación ya no conoce límites.
Parece que el ser humano no se ha dado cuenta de que estamos de paso, de que la vida se termina, de que el dinero no lo es todo. Y sólo cuando están a punto de dar el último suspiro de su putrefacto aliento, se dan cuenta de las atrocidades que han cometido. Todos tenemos una cita ineludible con la muerte, eso es algo inevitable, y parece ser que el ser humano no tiene conciencia de ello.
Como decía Diógenes: “La riqueza de un hombre no se mide por su dinero, se mide por su sabiduría y por su incansable búsqueda de la perfección como ser humano”. Pero parece ser que esto cuesta entenderlo.
¿Y qué hacer? se preguntarán muchos. Es más, hasta yo mismo me lo pregunto. Pues como decía Thomas Jefferson en su famoso decálogo, “Si ante un problema no aporta ninguna solución, usted forma parte del problema”.
Pues sí, desgraciadamente puedo formar parte del problema, porque mi impotencia radica en no tener los medios para solucionarlo, sólo para criticarlo y hacer que algunos tomen verdadera conciencia de ello. No obstante, no quiero concluir este artículo sin decir que la solución es muy sencilla. Encaminar los impuestos, reformas laborales, salarios y bienes de consumo a un reparto más equitativo de la riqueza. Sólo con ajustar los salarios al actual nivel de consumo, ya se adelantaría un paso de gigante, pero esto no va a ocurrir por la sencilla razón de que no quieren que esto ocurra y todas las medidas que se adopten vienen dictaminadas de más arriba. Llámense, FMI, ONU, OTAN, BC, CEE, G8, G20 y cuantos más nombres raros se les ocurra sacar a la palestra para llenar al pueblo de confusión y seguir sumergiéndole en la más absoluta miseria.
Mientras tanto, estaré pendiente del hombre con el cántaro de agua y me quedaré con la frase: “Sólo los mansos y los humildes heredarán la tierra”.
Y terminar con una advertencia. Hasta Jesús echó a latigazos a los mercaderes del templo.
© Joan Tudela 2012